El diccionario de las emociones para la inteligencia emocional

17 de julio de 2016

El diccionario de las emociones para la inteligencia emocional

El reconocimiento subjetivo de las diferentes emociones y sentimientos es uno de los primero pasos para iniciar un programa de inteligencia emocional.

Como componente de la inteligencia emocional se propone el autoconocimiento, y para ellos es muy necesario disponer de un glosario.

Aburrimiento: sentimiento ante algo repetitivo o sin interés, o la falta de ocupaciones o de estímulos agradables, provoca un sentimiento negativo, acompañado de una sensación de alargamiento del tiempo, de pasividad o de una difusa actividad.

Ansiedad: sentimientos negativos ante pensamientos recurrentes de temor o amenaza, acompañados de deseo de huida, fumar o comer mucho, ir de un sitio a otro, tensión muscular, sensación de ahogo, dolores de cabeza.

Animo: provoca un sentimiento positivo de energía e interés, acompañado de impulso a la actividad y resistencia.

Ansia: deseo intenso acompañado de vehemencia, miedo o apresuramiento.

Afán: deseo acompañado de esfuerzo por realizarlo.

Asco: un sentimiento negativo, físico o psíquico. Ante una persona o cosa repugnante, con deseo de alejar, rechazar, distanciar, etc.

Alivio: la presencia de algo o alguien modera y/o elimina una situación desagradable, disminuyendo el malestar y aumentando la tranquilidad.

Audacia: valentía al límite, exponiéndose a peligros probables. El extremo de la audacia seria la temeridad.

Amor: bien difícil de definir. Es deseo, es agrado, es responsabilidad, es sentir que esa persona pertenece a mi mundo, a mi vida. Sus tres grandes prototipos son: el maternal, el crotico y la amistad; sentimiento profundo e inefable de preocupación cariñosa por otra persona, animal o cosa. Incluso está limitada concepción del amor, no obstante, abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar.

Amistad: darnos cuenta de las cualidades de una persona provoca un sentimiento positivo, que nos lleva, que nos lleva a desear su compañía, comunicarnos con ella y desear su bien.

Admiración: la percepción de algo extraordinario provoca un sentimiento positivo, duradero, que atrae la atención y va acompañado de sentimientos de aprecio.

Alegría: el cumplimiento de nuestras expectativas, deseos y proyectos provoca un sentimiento positivo, acompañado de impresión de ligereza, y de ensanchamiento del ánimo.

Altruismo: conducta intencional y voluntaria que beneficia a otro sin tener en cuenta posibles premios o castigos como consecuencia de la conducta.

Auto desprecio: la evaluación negativa sobre uno mismo provoca un sentimiento negativo, de rechazo, enojo u odio contra uno mismo.

Antojo: deseo repentino e injustificado. Se atribuye especialmente a las mujeres embarazadas.

Angustia: a veces se usa como “ansiedad”, pero suele ser una ansiedad más aguda unida a miedo y a sensación fuerte de ahogo.

Autoestima: sentimiento positivo, derivado de una evaluación positiva de sí mismo, aun reconociendo los propias defectos. Esta cercana a seguridad.

Capricho: deseo efímero o irracional.

Coacción: la influencia de una persona, de una norma o de una costumbre incita a una acción o impide dejar de realizarla. Puede ir acompañado de anticipación del malestar o del perjuicio que la resistencia a la coacción produciría.

Confusión: la falta de claridad, de precisión en las ideas o en las normas, o a la excesiva rapidez en los cambios provoca un sentimiento negativo de falta de seguridad.

Confianza: la creencia en la previsibilidad del comportamiento propio o ajeno provoca un sentimiento positivo, que anticipa un futuro carente de amenazas.

Compasión: el mal ajeno provoca un sentimiento negativo, que es compensada con simpatía por el que sufre.

Culpabilidad: es como una interiorización de la vergüenza; es vergüenza ante sí mismo. Su extremo bueno es la responsabilidad (responder de lo que uno ha hecho mal) y su extremo malo, el remordimiento (sentirse mal, una y otra vez, por lo hecho, sin buscar solución positiva).

Celos: temor de que otro nos prive del amor de la persona querida.

Cercanía: sentimiento positivo que se despierta en aquellos que tratan a una persona humilde y sencilla, que no pone barreras, que se abre a la amistad y a la confianza.

Cariño: las cualidades de una persona como su belleza, gracia o simpatía, provocan sentimiento de afecto y ganas de manifestárselo, es estable y duradero, no una atracción violenta y pasajera.

Deseo: la percepción o anticipación de algo bueno o atrayente, o la conciencia de una necesidad o carencia, provoca una tendencia hacia algo, acompañada de insatisfacción y desasosiego.

Desanimo: sentimiento negativo de falta de energía, interés o vitalidad, acompañado de pasividad y de incapacidad para el esfuerzo.

Debilidad: sentimiento negativo de falta de potencia o energía, acompañado por un deseo de descansar.

Desgana: falta de apetencias o deseos.

Decepción: la percepción de un suceso que contraria las expectativas, provoca un sentimiento negativo, al constatar que los deseos y proyectos no van a cumplirse.

Desesperanza: la creencia de que algo que deseamos no sucederá provoca un sentimiento negativo.

Desengaño: perder la fe o la confianza en algo o en alguien en quien injustificadamente se había creído.

Desesperación: aflicción intensa por la pérdida total de la esperanza ya cumplida definitivamente.

Desconfianza: la falta de seguridad en el comportamiento de algo o de alguien provoca un sentimiento negativo de miedo, falta de firmeza o inseguridad ante un futuro imprevisible.

Desamparo: la falta de compañía, impide la realización de nuestros deseos y provoca un sentimiento intensamente negativo de pérdida y desesperanza. El sujeto echa en falta, con resignación, amargura u odio, la acción ajena que eliminaría el sufrimiento.

Desconsuelo: sentimiento de suave pena al no poder gozar de algo agradable, de lo que tal vez otros ya gozan. También tiene el sentido negativo de no encontrar alivio para su pena.

Desilusión: perdida de la ilusión al ver que lo bueno que esperábamos ya cercano, se desvanece.

Desmotivación: pasividad ante estímulos; tendencia a “no moverse”, por desinterés o por considerar excesivo esfuerzo.

Desprecio: la percepción de algo o de alguien sin méritos ni interés y además opuesto a nuestros valores, provoca en nosotros una actitud de alejamiento y rechazo, pero sin deseo de hacerle daño.

Euforia: provoca un sentimiento positivo de bienestar y energía expansiva.

Expectación: sentimiento de espera intensa, acompañada de interés, curiosidad, deseo o ilusión.

Éxtasis: sentimiento de admiración o alegría y ajena a todo lo que no es objeto de esos sentimientos (se pierde la sensación de tiempo y espacio).

Esperanza: sentimiento agradable provocado por la anticipación de algo que deseamos y que se presenta como posible.

Enfado: la percepción de un obstáculo, ofensa o molestia leve, pasajero y/o injustificado provoca un sentimiento negativo de irritación y un movimiento contra el culpable.

Envidia: sentimiento de rabia, malestar o tristeza, ante el bien de otra persona, deseando que pierda ese bien.

Envidia (buena): sentimiento de alegría y deseo por el bien de otra persona.

Entusiasmo: alegría que impulsa a la acción, fogosidad de ánimo excitado por algo que lo cautiva.

Empatía: un estado afectivo que brota de la aprehensión del estado emocional del otro y que es congruente con él.

Furia: sentimiento ante un obstáculo, ofensa o amenaza que dificultan el desarrollo de la acción, o la consecución de los deseos, provoca un sentimiento negativo de irritación intensa, acompañado de un movimiento contra el culpable. Con pérdida de control, emparenta con la locura y, con agresividad manifiesta y deseo de la destrucción o daño del causante.

Fobia: un objeto o una situación provocan un sentimiento negativo, una aversión intensa, incontrolable e irracional, que conduce necesariamente a conductas de evitación. Puede ir acompañado de ataques de ansiedad.

Fracaso: la percepción de no haber conseguido un resultado satisfactorio en algo emprendido, provoca un sentimiento negativo al constatar que sus deseos y proyectos no van a cumplirse.

Felicidad: el cumplimiento de nuestros deseos y proyectos provoca un sentimiento positivo, intenso y duradero, que se experimenta como plenitud porque no se echa en falta ninguna cosa.

Gratitud: es el reconocimiento hacia la acción realizada por otra persona, la cual nos ha beneficiado y estamos dispuesto a hacérselo saber.

Horror: la percepción de algo que sobrepasa la posibilidad de control, sea peligroso o no, provoca un sentimiento negativo, acompañado de incapacidad de reaccionar.

Humildad: no creerse superior a nadie al ver lo bueno que hay en los otros.

Intranquilidad: la percepción de un suceso que altera la normalidad, o una situación física o psíquica conocida o desconocida, provoca un sentimiento negativo, que impide el descanso, determina la atención e impulsa al movimiento.

Indiferencia: perdida del amor y aprecio con que antes se le correspondía a alguien; o no sentirse afectado por comentarios y opiniones.

Interés: sentimiento de Estar intensamente sumergido y centrado en algo.

Impaciencia: la tardanza en suceder algo que se desea produce un sentimiento negativo, de irritación, que impide el descanso e impulsa al movimiento.

Inferioridad: la percepción desfavorable de la propia imagen, al compararla con la imagen de los otros o del propio ideal, provoca un sentimiento negativo, acompañado de sentimientos de debilidad o impotencia.

Ira: la percepción de un obstáculo, una ofensa o una amenaza que dificultan el desarrollo de la acción o la consecución de los deseos, provoca un sentimiento negativo de irritación, acompañado de un movimiento contra el causante, y el deseo de apartarlo o destruirlo.

Júbilo: el cumplimiento de un deseo provoca un sentimiento positivo, comunicativo y expansivo, que va acompañado de demostraciones externas.

Malevolencia: sentimiento de desprecio y perjuicio hacia otras personas, de destrucción, de maldad, de crueldad física o psicológica incluso.

Melancolía: una causa desconocida, o una predisposición caracterológica, provocan un sentimiento levemente negativo, acompañado de pasividad, deseos de aislamiento y, con frecuencia, de languidez y ensoñaciones.

Miedo: la percepción de un peligro o la anticipación de un mal posible provoca un sentimiento desagradable, acompañado de deseos de huida.

Nerviosismo: intranquilidad difusa y prolongada, con repercusión fisiológica en el sistema nervioso (sobreexcitación del sistema simpático).

Nostalgia: la lejanía de los seres y lugares queridos provoca un sentimiento negativo acompañado de deseos de regresar junto a ellos.

Odio: la percepción de algo o alguien que nos desagrada, que no se adapta a lo que desearíamos, provoca un sentimiento negativo de aversión e irritación prolongada, que termina en deseo de alejamiento o de aniquilarlo.

Orgullo (bueno): la conciencia de la propia dignidad provoca un sentimiento positivo de satisfacción y respeto hacia uno mismo.

Orgullo (malo): cuando la conciencia de lo que uno vale va acompañado de altivez y desprecio hacia los demás.

Optimismo: buen ánimo para sobreponerse a las dificultades vencibles.

Pasmo: la percepción de algo nuevo y extraño, que atrae y absorbe la atención de forma excesiva, provoca un sentimiento, que puede ser positivo o negativo, y que paraliza la capacidad de reacción.

Pánico: terror súbito y sin fundamento.

Resignación: la pérdida del objeto de nuestros deseos o proyectos, o cualquier experiencia dolorosa que aceptamos negándonos a luchar para evitarla, provoca un sentimiento negativo, frecuentemente acompañado de calma y desesperanza.

Rencor: la percepción de un obstáculo, ofensa o amenaza que dificultan el desarrollo de la acción o la consecución de los deseos, provoca un sentimiento negativo, duradero y contenido, de irritación intensa, acompañado de un movimiento contra el causante, una aversión a todo lo que se relaciona con él, y el deseo de su daño y destrucción.

Remordimiento: el recuerdo de una mala acción o de un daño causado provoca un sentimiento negativo de malestar y pesar.

Respeto: sentimiento positivo surgido de darnos cuenta de los valores de otros, que nos hace sentir hacia él cierta veneración y una sumisión no forzada.

Seguridad: la conciencia del propio saber, del propio poder o la esperanza en el futuro provoca un sentimiento positivo, exento de inquietud.

Sencillez: es la humildad llevada al trato, directo y sin complicaciones, con los demás, evitando todo lo que sea darse importancia a sí mismo.

Serenidad: sentimiento positivo, causado por la conciencia de tener controlados los pensamientos y sentimientos desagradables y por saber gozar de momentos y sensaciones desagradables.

Soberbia: es como el orgullo malo, pero exagerado, con desprecio total hacia otros y con deseo de ser alabado.

Susto: la percepción de algo imprevisto o que aparece bruscamente provoca un sentimiento negativo, intenso y breve, acompañado de incapacidad de reaccionar.

Sorpresa: la percepción de algo nuevo, extraño, o de algo que aparece súbitamente provoca un sentimiento –que puede ser positivo o negativo- breve, que concentra la atención sobre lo percibido.

Sobresalto: alteración producida por el ánimo en un suceso brusco, se acerca un poco al miedo, al susto.

Sorpresa: la percepción de algo nuevo o extraño, provoca un sentimiento negativo o positivo.

Solidaridad: sentirse “uno sola cosa” con el que está sufriendo algún ataque a sus valores (vida, dignidad), lleva a la acción y se manifiesta en la práctica de la justicia.

Superioridad: sentimiento de seguridad. Al compararse con otros y pensar que uno es por encima de ellos. Aunque sin despreciarlos.

Satisfacción: el cumplimiento de un deseo provoca un sentimiento positivo, acompañado de sosiego.

Simpatía: es una respuesta emocional surgida del estado emocional de otro, y que no es idéntica a la emoción del otro, pero que consiste en sentimientos de pena o preocupación por otro.

Temor: se entiende como un sentimiento un poco más suave que el miedo; se expresa ante posibilidades abiertas que ya han sucedido, ejemplo: temo que haya muerto (luego de ocurrir un accidente).

Tranquilidad: la conciencia de estar libre de alteraciones, problemas, turbación, inseguridad o deseo; provoca un sentimiento agradable, exento de agitación.

Tristeza: una pérdida, una desgracia, una contrariedad, que hacen imposible la realización de mis deseos o proyectos, provocan un sentimiento negativo, acompañado de deseos de alejarse, de aislamiento y pasividad.

Valentía: cualidad del ánimo que, conociendo las dificultades (de lo contrario sería imprudencia), desprecia el miedo y actúa con energía.

Vergüenza: sentimiento negativo acompañado de deseo de esconderse ante la posibilidad(o el hecho) de que los demás vean alguna falta, carencia o mala acción nuestra, o de algo que debería permanecer oculto.

Venganza: sentimiento aplazado de ira, odio, crueldad buscando asaltar contra el sujeto que anteriormente nos agredió físico, psicológico o social.

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Carta de una madre a su hija

20 de octubre de 2014

Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme. Si cuando hablamos, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste” solamente escúchame por favor, y recuerda los tiempos en que eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida. Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña.

Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada. Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente, vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida.

Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante.

Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos.

Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor. Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré.

Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija.

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Vocabulario de las emociones

28 de abril de 2014

Alegría: afortunado, apasionado, arrebatado, bien en la propia piel, chispeante, colmado, contento, dichoso, encantado, entusiasta, excitado, fascinado, feliz, radiante, realizado, satisfecho, tranquilo, vivo.

Tristeza: abandonado, abatido, afligido, apenado, decepcionado, deprimido, desanimado, desdichado, desesperado, desgraciado, desilusionado, desmoralizado, desolado, disgustado, entristecido, herido, melancólico, molesto, rechazado, solo, sombrío, triste, vacío.

Ira: agraviado, agresivo, amargado, asqueado, burlado, contrariado, controlado, criticado, cruel, desolado, enrabietado, exasperado, frustrado, furioso, impaciente, indignado, insatisfecho, insultado, irritado, malvado, molesto, nervioso, ofendido, perverso, rebelado, rebotado, rencoroso, ridiculizado, traicionado, ultrajado.

Confusión: agitado, alterado, angustiado, ansioso, apurado, atormentado, atrapado, aturdido, confundido, confuso, contrariado, desamparado, desorganizado, desorientado, despistado, distraído, extrañado, incómodo, incrédulo, indeciso, inseguro, molesto, paralizado, perdido, preocupado, sorprendido, turbado.

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Lista de emociones

27 de abril de 2014

Ekman desarrolló una lista de emociones básicas a partir de investigaciones transculturales en individuos destacados de la tribu de Papúa Nueva Guinea. Observó que los miembros de una cultura aislada de la Edad de Piedra son capaces de identificar con un alto grado de confiabilidad las expresiones emocionales al observar las fotografías tomadas a personas de culturas con las que ellos no han estado familiarizados.

  • alegría
  • ira
  • miedo
  • repugnancia
  • sorpresa
  • tristeza

Sin embargo, en la década de 1990 Ekman amplió esta lista de emociones básicas e incluyó un rango más extenso de emociones positivas y negativas, de las cuales no todas están codificadas en músculos faciales (Ekman, 1999):

  • alivio
  • bochorno
  • complacencia o contento
  • culpa
  • diversión
  • desprecio o desdén
  • entusiasmo o excitación
  • felicidad
  • ira o rabia
  • miedo o temor
  • orgullo
  • placer sensorial
  • repugnancia, repulsa, asco o repulsión
  • satisfacción
  • sorpresa
  • tristeza
  • vergüenza

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MAHATMA (ALMA GRANDE)

2 de mayo de 2013

“Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida…” MAHATMA (ALMA GRANDE).

Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas. Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.

No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó!

De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.

Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla. No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer. No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.

No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú. Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No sufras por lo que viene, recuerda que “cada día tiene su propio afán”.

Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.

Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso. Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti. Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean. La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros. Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.

Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados. Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.

Hemos sido creados para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Así, con otro aspecto, con otras posibilidades, lo haremos.

No te des por vencido, piensa que si  te han dado la vida, es porque se sabe que tú puedes con ella. El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino. Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

“Que este día sea el mejor de tu vida”.

MAHATMA GHANDI

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Cuento El Amor y el Miedo

28 de octubre de 2012

Dicen que al inicio de los tiempos sólo existían dos emociones, el amor y el miedo, que vivían en un maravilloso oasis donde tenían todo lo que necesitaban. Solían estar juntos, y Miedo se encontraba muy bien cuando estaba con Amor.

Amor siempre quería expandirse, salir del oasis e ir más allá, conocer nuevas tierras; en cambio Miedo, ante esa idea, solía decir que mejor sería quedarse allí donde no les faltara de nada, y que fuera del oasis, seguro que había lugares y seres peligrosos que nada bueno les podían deparar.

Amor insistía en que necesitaba expandirse, que aquel oasis se le quedaba muy pequeño, mientras que Miedo prefería quedarse allí donde tenía todo cubierto.

Un día Amor decidió que se marcharía de aquel oasis, aunque fuera sin la compañía de Miedo, y así lo hizo.

Miedo se quedó solo. No le gustaba la idea de que Amor se fuera, pero prefería quedarse en la seguridad de su oasis que seguir a Amor y arriesgarse a lo que en su compañía pudiera suceder.

Hasta entonces Miedo no sabía de la existencia de más presencias por aquella zona, hasta que un día, empezó a echar mucho de menos a Amor. La recordaba constantemente, e incluso lamentaba no haberse ido con ella, pensaba que tal vez la habría perdido. Miedo no tenía ganas de hacer nada, pasaba mucho tiempo tumbado y a veces lloraba. Fue entonces cuando apareció una nueva compañía por allí, se llamaba Tristeza.

Al principio a Miedo le gustó que Tristeza estuviera por allí, porque al menos no estaba solo, pero pronto se dio cuenta que por un tiempo su compañía estaba bien, pero que no le gustaba que se quedara demasiado. Entonces, empezó a quejarse. Decía que Amor había hecho mal marchándose y dejándole allí solo, que aquello no había estado bien y que Tristeza le resultaba molesta. Fue entonces cuando apareció por allí otra presencia, esta se llamaba Enfado.

Al principio a Miedo también le gustó que estuviera por allí, Enfado tenía mucha energía, le hacía moverse e incluso verse con dominio y poderoso, pero al poco tiempo Miedo se encontraba agotado.

El oasis empezó a ser un lugar menos mágico, la vegetación se empezaba a marchitar, ya no había tanta agua e incluso el sol parecía brillar menos.

Miedo, Tristeza y Enfado tenían muchos conflictos entre ellos, y se sentían tremendamente confundidos viviendo todos en el mismo oasis.

Un día Amor volvió, quería volver a ver a Miedo y saber cómo se encontraba. Tenía tantas ganas de contarle todo lo que había conocido, y hasta donde había llegado. Cómo en todas partes le habían recibido con los brazos abiertos, quería contarle que en realidad todo el mundo era un oasis, y podía tener todo lo que necesitan aun fuera de allí. Y que el mundo de fuera no estaba lleno de peligros como creía Miedo.

Pero al llegar al oasis, Amor encontró que no estaba como lo había dejado, las plantas estaban marchitas, el sol no brillaba como antes, se había convertido en un lugar oscuro y seco.

Allí encontró a Miedo, muy desmejorado y discutiendo con Enfado y Tristeza. Al ver a Amor se le iluminó la cara, y se fundieron en un gran abrazo que devolvió la luz al oasis y a Miedo, y sin saber cómo no volvieron a ver por allí ni a Tristeza ni a Enfado, y Miedo se encontraba perfectamente en compañía de Amor.

Desde entonces cuentan que en esta vida solo hay dos emociones básicas, el amor y el miedo, y que el miedo crece con la falta de amor.

La Tristeza y el Enfado fueron creaciones de Miedo y cuando estas aparecen en la vida, a veces rascando mucho se puede encontrar a Miedo.

También dicen que cuando Amor volvió al oasis, por allí por donde pasó la siguen echando de menos. Y que las personas continúan haciendo muchas de las cosas en su día a día buscando a amor; y conocieron a Miedo cuando pensaban que no volverían a encontrar a Amor.

En la vida como en el oasis, tenemos todo lo que necesitamos, el sol, las plantas el agua el aire, y a Amor.

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Los errores no se niegan, se asumen

21 de febrero de 2012

Los errores no se niegan, se asumen;
la tristeza no se llora, se supera,
y el amor no se grita, se demuestra.

Se fuerte para que nadie te derrote,
se noble para que nadie te humille,
se humilde para que nadie te ofenda,
y sigue siendo tú,
para que nadie te olvide.

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Rutina laboral letal

14 de marzo de 2010

Corremos, corremos, corremos, en un mes podemos viajar Madrid, Santo Domingo, Milán, San Sebastián, Barcelona… cuando nos metemos en la cama ni siquiera sabemos donde estamos.

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