Un Humanismo Planetario para Nuestro Siglo de Edgar Morin
8 de junio de 2014Es necesario plantear un “humanismo planetario” que propugne por la protección y promoción integral e integradora del ser humano en su conjunto así como el de su entorno; que haga posible un desarrollo, social, personal y de la especie sostenido, es decir, un desarrollo que dé solución a las necesidades de los seres humanos que hoy viven en el planeta y que por ello no comprometa la solución de los problemas de las generaciones que vendrán, por el contrario, que potencie y facilite las soluciones a los problemas que se puedan presentar a las generaciones futuras.
Un “humanismo planetario” que permita el desarrollo pluridimensional del ser humano. Considerado éste desde la dimensión física, la dimensión biológica que incluye la dimensión ecológica, la dimensión psíquica, la dimensión social que conlleva la dimensión cultural y la dimensión trascendente, como impulso permanente a la superación humana incluida la longevidad así como la superación de la vida misma del ser humano.
De ahí, que es necesario re-crear la Utopía, re-plantear el sueño, que no por ser sueño no es real y que no por ser sueño deja de jalonar el futuro. La realidad es una construcción en la cual la fantasía y la imaginación, que se construyen en interretrorrelación con lo externo, juegan un papel esencial en el proyecto y concreción de la vida de los hombres.
Hoy se hace necesario redefinir un proyecto social que retome los logros de las visiones “utópicas” y “científicas” de las sociedades del pasado pero actualizándolas a la altura de los logros de las ciencias de hoy, en donde entendemos la ciencia como una construcción social permanente en la que los intereses sociales se manifiestan y en este caso se deben manifestar los intereses de la mayoría de la especie; que integre los intereses de la persona humana y la sociedad, que respete y promueva la vida del ecosistema en su conjunto.
Hoy, si queremos salvar la humanidad, es necesario refutar el neoliberalismo y por consiguiente evitar la catástrofe que cada día se profundiza y se radicaliza más, por eso se hace necesario crear a contracorriente una nueva visión de la sociedad, un humanismo planetario, que rescate al hombre en su pluri-dimensionalidad e integralidad, que haga ver a cada uno de los seres humanos que el fundamento de su vida no es el egoísmo y el solipsismo sino el compartir, que el fundamento de la existencia está en la co-existencia y que el fundamento de su vivir está en el con-vivir.
Hoy, en el humanismo planetario, debemos recuperar el sentido del amor. Debemos redefinir la vida de nuestra sociedad en función de la complejidad de este concepto, concepto que a pesar de haber sido tan denostado y despreciado, resume de una forma más real, dinámica y compleja el origen, el fundamento y la finalidad del hombre. Que lleva a la persona humana a reconocer, respetar y promover al Otro y mediante este proceso a encontrarse, realizarse y darle sentido a su existencia a través del Otro.
Hoy, es necesario un humanismo planetario que sirva como base y a su vez promueva el consenso sobre un nuevo tipo de sociedad más humana, en la cual las relaciones humanas se naturalicen y la naturaleza humana se socialice.
Pero para esto se hace ineludible que se promueva una nueva educación en la que el educador se eduque, ya que la sola repartición de las riquezas sociales, sirve para propiciar las condiciones de una sociedad mejor pero no para realizarla, de ahí que la redistribución de la riqueza sea “condición necesaria pero no suficiente”, para esto se hace ineludible la educación de la persona humana. Una educación que se fundamente en una visión ética que parta del hombre y vuelva al hombre, en su ámbito personal, social y de especie, que vea al hombre como principio, camino y fin del proceso.
El Humanismo salvaguardará el destino humano de todas estas catástrofes.
Etiquetas: desarrollo pluridimensional, desarrollo sostenido, dimensión cultural, dimensión ecológica, dimensión psíquica, dimensión social, dimensión trascendente, Edgar Morin, humanismo planetario, sentido del amor, ser humano, utopía