En aquello que puedes aceptar y agradecer, puedes influir y controlar.
Encarando el día con genuino entusiasmo, ya estás en camino de aprovecharlo positivamente. Aceptando los desafíos, ya has empezado a transformarlos en logros.
¡Qué bonito es cuando admiras a la persona con la que estas, y que doloroso es cuando no la puedes admirar!
Ahora bien ¿qué es lo que admiramos? Muchos me hablan de la edad, la belleza y el cuerpo y en parte es cierto, nadie puede estar con alguien que no le gusta físicamente. Ahora bien, esto es contemplación no admiración, lo cual es lícito, pero insisto es otra cosa.
Para mí al menos, la admiración tiene más que ver con:
Disfrutar del brillo de su alma
Valorar la coherencia de sus palabras y sus actos
Agradecer su trato y sus cuidados
Escuchar su forma de ver la vida y lidiar con los problemas
Observar con amor como se relaciona con el resto de los seres humanos
Me doy permiso para separarme de personas que me traten con brusquedad, presión o violencia, de las que me ignoran, me niegan un saludo, beso, abrazo… Las personas bruscas o violentas quedan ya, desde este mismo momento fuera de mi vida.
Me doy permiso para no obligarme a ser “el alma de la fiesta”, el que pone el entusiasmo ni ser la persona dispuesta al diálogo para resolver conflictos cuando los demás ni siquiera lo intentan.
Me doy permiso para no entretener y dar energía a los demás a costa de agotarme yo: no he nacido para estimularles con tal de que continúen a mi lado. Mi propia existencia, mi ser; ya es valioso. Si quieren continuar a mi lado deben aprender a valorarme.
Me doy permiso para dejar que se desvanezcan los miedos que me infundieron en la infancia. El mundo no es sólo hostilidad, engaño o agresión: hay también mucha belleza y alegría inexplorada.
Me doy permiso para no agotarme intentando ser una persona excelente. No he nacido para ser la víctima de nadie. No soy perfecto, nadie es perfecto y me permito rechazar los esquemas ajenos: un hombre sin fisuras, rígidamente irreprochable. Es decir: inhumano.
Me permito no sufrir angustia esperando una llamada de teléfono, una palabra amable o un gesto de consideración. Me afirmo como una persona no adicta a la angustia. No espero encerrado o recluido ni en casa, ni en un pequeño círculo de personas de las que depender. Soy yo quien me valoro, me acepto y me aprecio.
Me permito no querer saberlo todo, para no estar al día en muchas cuestiones de la vida: no necesito tanta información, tanto programa de ordenador, tanta película de cine, tanto periódico, tanto libro, tantas músicas.
Me doy permiso para ser inmune a los elogios o alabanzas desmesurados: las personas que se exceden en consideración resultan abrumadoras. Me permito un vivir con levedad, sin cargas ni demandas excesivas. No entro en su juego.
Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtico.
No me esfuerzo por complacer. Es sencillo y liberador acostumbrarse a decir “no”.
No me justificaré: si estoy alegre, lo estoy; si estoy menos alegre, lo estoy; si un día señalado del calendario es socialmente obligatorio sentirse feliz, yo estaré como estaré.
Me permito estar tal como me sienta bien conmigo mismo y no como me ordenan las costumbres y los que me rodean: lo “normal” y lo “anormal” en mis estados emocionales lo establezco yo.
Llevo más de 20 años entrando y saliendo en diferentes empresas, en todas he conocido mucha gente estupenda, pues cuando trabajas y te comunicas desde el corazón siempre encuentras belleza. Sin embargo, es raro encontrar todo un grupo especial, pero yo sí tuve esa suerte en SUN. Trabajé con ellos 3 años maravillosos, en los que juntos compartimos un montón de intimidades, preocupaciones y sueños. Créeme, el nexo que les une a ellos y el pequeño hilito que me une a mi con ellos, puedo decir que es mágico.
Ayer organizaron una fiesta que para mi fue de mucho amor, estuvo llena de reencuentros hermosos, pese que faltaba tiempo para compartir profundidades del alma, tampoco era el foro.
Quiero daros las gracias a todos por ser tan buena gente, no podéis imaginar como yo añoro aquellos preciosos años.
Me acaban de enviar este video y no quiero dejar de compartirlo con todos vosotros, para mi es belleza en estado puro. Agao es la Asociación Gayarre Amigos de la Ópera. Correo electrónico: info@agao.es. Dirección en internet. http://www.agao.es
Ahora estoy en una fase de mi vida que tengo que tomar un decisión importante, me gusta porque me da mucha vida, y además porque me encantan los cambios y las mudanzas.
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