La pareja, como la vida, hay que aderezarla, sino se queda sosa o insípida: a mí me va la sal y pimienta espolvoreada de vez en cuando con un poco de curry, ni amarillo ni verde, sino rojo; pues el rojo es el color de la pasión y del Top Secret.

Pienso que la magia que se crea entre dos personas, si realmente es de verdad y no fingida, es algo muy personal y muy íntimo, reservado exclusivamente al espacio de ellos dos.

Sin embargo, hoy lo privado se ha vuelto público, a más de uno le gusta exhibirse, exhibir y contar todos los pormenores de sus relaciones… Pas pour moi.

¿Y a ti que te va?

A veces la vida nos pone en tesituras en las que parece que triunfa la mentira sobre la verdad, y momentaneamente puede ser o verse así, pero el tiempo pone a cada uno en su lugar, y la bondad triunfa siempre sobre la maldad. ¿Y tu que crees?

Cuando voy a hacer un comentario sobre alguien, aplico siempre los tres filtros de Sócrates:

En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por la práctica de su conocimiento, con alto respeto. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:

¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?

Qué poco nos cuidamos, qué poco nos queremos, corremos y corremos y nunca tenemos tiempo para nosotros, ¿puede alguien decirme a dónde vamos? , yo no lo sé, de verdad que no lo sé, lo único que sé es que no hay tiempo para nosotros, hasta que caemos derrotados o enfermos, y lo fácil que es cuidarse, dios, es fácil.

Hoy estaba pensado en lo que significaba para mí ser una persona auténtica, y creo que lo que significa es ser de verdad, sin intenciones, sin buscar algo a cambio.