Educación apreciativa

El diario de Maryam: 'Lo que no tengo a quien contar'

10 de mayo de 2021

Educación apreciativa

Ayer terminé un semestre de la universidad y los alumnos vinieron a darme la enhorabuena por como les había tratado, me dijeron que era la primera vez que un profesor les trataba así. Me quedé perpleja y comencé a cuestionarme que podía ser eso que notaban o sentían diferente.

Tras darle vueltas llegué a una conclusión: EDUCO, no enseño.

Llevo 44 años educando, empecé precoz por vocación, y siempre he partido de 5 postulados, que deseo describir aquí por si pueden ser de utilidad.

  1. EDUCO: Educar es mucho más que un mero verbo, es inspirar, emocionar, entusiasmar, dejar soñar, vivir, experimentar, acompañar, facilitar, acoger, apreciar, valorar. Es algo plástico, activo, que forma al sujeto en valores. Mientras que enseñar tiene mucho más que ver con dirigir, guiar, conducir, presentar hechos, ideas, habilidades y técnicas.
  1. UNICIDAD: Valorar lo que cada cual aporta y le hace único, especial, diferente a los demás. Dar cabida a la individualidad, la autonomía y la identidad de cada ser humano: “como tu seas está bien para mí”. No tener expectativas de como el otro ha de ser, sino dejarse sorprender por cada uno de ellos y bucear en su descubrimiento.
  1. MIRAR: La mirada puede transformar a las personas y tocarles el alma: “Trata a una persona como puede llegar a ser y se convertirá en quien ha sido llamado a ser”.
  1. CONECTAR: Poner el alma y el corazón al servicio de otro ser humano, para que pueda encontrar su propio camino y sus soluciones particulares. Cada cual tiene un lugar en este mundo que ha de encontrar por sí mismo.
  1. CO-CREAR ESPACIOS SEGUROS Y AMABLES: en ellos se acogerá a seres humanos para disfrutar del aprendizaje, aportando, compartiendo y experimentando, de forma estimulante y dinámica.

Todos educamos, pero por lo que se ve, unos mejor que otros. De ahí que, en base al comentario de mis alumnos, sin creerme más que nadie, pienso que como educadores que somos hemos de asumir una serie de responsabilidades:

  1. ESTARE EN EQUILIBRIO: Antes de educar, hemos de revisarnos: ¿Cómo estoy hoy? ¿Cuál es mi estado de ánimo? ¿Desde dónde les voy a hablar? ¿Qué ritmo tengo? No podemos ir al encuentro del otro, acelerados ni con prisas, porque entonces enseñaremos parte de un temario. Hemos de ir desde la calma, con la actitud noble del educador, de vivir y sentir una experiencia compartida.
  1. ESTAR 100% PRESENTE: no podemos estar pensando lo que nos acaba de pasar o lo que vamos a hacer después. Tenemos una responsabilidad con el aquí y ahora de este grupo de personas y vamos a disfrutar totalmente del momento, enfocados en lo que estamos co-creando sin pensar en nada más.
  1. ACTITUD APRECIATIVA: ¿Qué ves en la siguiente tabla?

    5×1=5
    5×2=11
    5×3=15
    5×4=20
    5×5=5

Hay 1 error y 4 aciertos, ¿a qué le damos más importancia? Una de las claves es estar centrados en los aciertos que se producen, no en los errores que se comenten. Como educadores hemos de preguntarnos:

  • ¿Qué es admirable?
  • ¿Cuál ha sido la contribución?
  • ¿Qué más quiere aportar?
  • ¿Qué ayuda necesita?

Hemos de reconocer lo que nos dicen y mostrar nuestra aprobación, pues el arte de educar, de por sí, genera vida. Por eso hemos de discernir las micro-habildiades (esas capacidades que se marchitan bajo la crítica y que mejoran bajo el estímulo) y enfocarnos en la mejorar utilizando palabras apreciativas y positivas (sugiero elaborar una buena lista de estas palabras/ incluso preguntar a nuestro alumno cuáles son las que a cada cuál le gusta escuchar, qué les estimula).

La frase ¿Qué puedes hacer para mejorar? Siempre va a tener más fuerza, porque nos abre a nuevas perspectivas y oportunidades. Por el contrario ¿En qué fallaste? Desanima, desmotiva y baja el interés por la lucha, pues se cae en el auto boicot.

Si instauramos en nuestros espacios educativos esta cultura apreciativa, es bueno ir celebrando las pequeñas conquistas, porque ellas serán las que poco a poco nos harán grandes.

  • ACARICIAR CON LAS PALABRAS

    La amabilidad, la ternura, el buen tono y la calma construyen los verdaderos vínculos. Hemos de poner el buen trato, de moda: “así como tu trates te tratarán” Adoptar una postura respetuosa, empática, tolerante, honesta y auténtica es el principal fluido por el que se articulan y desarrollan las relaciones humanas.

Cuando el educador se abre a tener diálogos apreciativos con otros seres humanos, se da cuenta que todos aprenden y se enriquecen de esta interacción, además cada alumno se centrará en dar la mejor versión de sí mismo y poco a poco desarrollará el máximo de su potencial.

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