Día 7 – Viajando en AVE por China

El diario de Maryam: 'Lo que no tengo a quien contar'

2 de septiembre de 2019

Día 7 - Viajando en AVE por China
Desayunamos y nos fuimos rumbo a la estación para coger el tren, 7 horas a XIAN, pues nos apetecía ver como eran los trenes aquí y ver un poco el paisaje. A esta zona no llega el alta velocidad pero si unos trenes bastantes razonables, con servicio de venta de bebidas. Los chinos van tranquilos con sus móviles o jugando a las cartas, el nivel de ruido es razonable, ni mejor ni peor que en España. Vamos pasando por ciudades de altos edificios y campos rodeados de montañas. Hoy, por primera vez, hace un día gris.

Algo que nos lleva sorprendiendo todo el viaje es que los chinos todo, absolutamente todo, hasta las limosnas, lo pagan con teléfono, aunque sea un euro. Como hubo un asunto de falsificación de billetes, aquí casi nadie ya usa el dinero.

A las dos horas nos cambiamos de tren a un AVE, súper limpio, que además limpiaban el pasillo y el baño cada dos horas; alcanzaba los 250 km/h con lo que llegamos súper bien a XIAN, en la misma estación encontramos un metro directo al hotel que quedaba en la plazas de las fuentes, la más céntrica de la ciudad, y lo mejor de todo es que ha sido sin comerlo ni beberlo. El hotel estaba muy bien, lo cual no nos impidió lanzarnos a la calle a explorar la ciudad amurallada, caminar viendo pagodas hasta toparnos con un mercado musulmán de recuerdos y comida, donde con las pruebas que nos iban dando apañamos el aperitivo…

Lo más complicado como todos los días es el momento cena, ayer nos hicimos con un platillo de brócoli, arroz y cerramos con frutas… Ya andamos con apetencias de jamón, buen queso, pinchos de tortilla… como sí estuviéramos embarazadas…

Finalmente en el mismo hotel pusimos el broche con una copita de vino blanco, algo a montillado y un tanto caliente al precio de 6 euros; lo disfrutamos como si fuera Moet.

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