Día 11: Los sentidos de Cartagena de Indias

El diario de Maryam: 'Lo que no tengo a quien contar'

22 de agosto de 2017

Día 11: Los sentidos de Cartagena de Indias

Ayer pasamos un día delicioso paseando por Cartagena, sin lluvia tiene mucha más magia; nos fuimos metiendo por cada callejuela sin ningún destino predefinido, simplemente dejando que fuera ella la que nos descubriera sus entresijos. Las ciudades hablan si uno se toma el tiempo para escucharlas, te van indicando por donde ir sin saber porque y de pronto en el medio de un lugar que parecía no tener nada, aparece una iglesia o una casita colonial o una tiendita con cosas especiales, de las que a nosotras nos gustan.

Las ciudades también huelen diferente: esta tiene un olor a humedad, a mar, a trópico. Sabe a frutas, ceviche, palanque, y mariscos. Y por último, suena a alegría a golpe de son y salsa.

Cuanto más la recorres más te va magnetizando. Diría que hay dos partes bien diferenciadas una más autóctona donde viven ellos en armonía con miles de mochileros (esas mezclas curiosas que hoy día se ven en tantos lugares del mundo y que te hablan de tolerancia y respeto espontáneos sin procedimientos políticos sino tan sólo por el buen convivir) y otra más lujosa llena de hoteles boutique a cual más bonito y exclusivo, tiendas de firma y restaurantes de alta gastronomía.

Terminamos el día disfrutando un ceviche de gambas con aguacate, cebolla, Lima y Cilandro. Y rematamos con un mojíto al ritmo de salsa en el bar El Coro en el hotel Santa Clara. Un perfecto mélange entre lo antiguo y lo moderno, que evoca el esplendor de otras épocas.

Mágica Cartagena.

Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , ,

Deja un comentario