¿Echar de menos?

4 de noviembre de 2014

¿Echar de menos?

No se sí echo o no echo de menos, pues cuando alguien está conmigo está conmigo siempre y se queda conmigo toda la vida. En lo que llevó andado nunca he podido sacar a nadie de mi corazón, tampoco he querido; quizás a algunos les he visto menos, con otros se rompió la magia inicial con el transcurrir de los años, las relaciones se han podido transformar pero no finalizar.

En si el verbo “echar” me produce rechazo y me inclina a esa melancolía de la que tanto huyo. Es cierto que tengo memorias preciosas en mi retina, recuerdos que ya pertenecen al pasado porque lo único que hoy tengo es El HOY, mi momento presente.

Sí miro al pasado puedo ver lo que he vivido y los infinitos caminos que he transitado, ya no están aquí. Han pasado con toda su belleza, sus penas y sus alegrías.

Pensar en los reencuentros, en futuro, me impide vivir el hoy y si algo NO quiero en mi vida es que ésta consista en una secuencia de echarse de menos.

Entonces, ¿echo o no echo de menos? Ahora lo tengo más claro: NO, pues las personas que están en mi corazón viajan y transitan conmigo, pese a no estar físicamente presentes (eso si lo echo en falta) si lo están en mi esencia cada minuto, porque cuando quieres a alguien quieres todo el tiempo, no sólo cuando estás a su lado.

Publicado en Relaciones y amor | 1 comentario »

Carta de una madre a su hija

20 de octubre de 2014

Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme. Si cuando hablamos, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste” solamente escúchame por favor, y recuerda los tiempos en que eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida. Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña.

Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada. Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente, vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida.

Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante.

Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos.

Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor. Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré.

Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija.

Publicado en Relaciones y amor | No hay comentarios »